Los atacantes de páginas web hoy en día usan métodos desarrollados como bots, denegación de servicio distribuido (DDoS) de alquiler y ataques multivectoriales dirigidos a aplicaciones web, API e incluso vulnerabilidades del lado del cliente. Los ataques oportunistas son el tipo más común de ataque web desde hace un tiempo: no tienen como objetivo una empresa concreta, pero no dudarán en atacarla en cuanto descubran una vulnerabilidad.
Un ataque exitoso que resulte en una exfiltración de datos confidenciales, o un ataque DDoS que haga que sus sitios web no estén disponibles; pueden acabar con esa confianza y causar daños considerables debido a la pérdida de la lealtad de los clientes, a multas normativas, a demandas o a un deterioro de la reputación de la marca.
Desafíos de la seguridad de las aplicaciones web.
Es una solución de protección de API y aplicaciones web basada en la nube, que se ha diseñado para proteger sus aplicaciones y API de una amplia gama de amenazas en las capas de red y de aplicación con menos esfuerzo y coste.
La protección automática contra ataques web, como la inyección SQL, los scripts entre sitios y la inclusión de archivos locales, proporciona una amplia cobertura que apenas necesita mantenimiento.
Inteligencia colectiva ante amenazas de seguridad.
Akamai sirve entre un 15 y un 30 % del tráfico web de todo el mundo (aproximadamente entre 20 y 24 Tbps en un momento dado) a más de 6400 clientes.
Toda esta información, junto con el aprendizaje automático avanzado y los análisis humanos, les permite detener de forma proactiva y predictiva tanto ataques comunes como otros altamente sofisticados.
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